Una dosis cotidiana de interacción social, libre e
informal, imprescindible para nuestra salud y
bienestar, que a lo largo de la historia ha
contribuido a forjar el sentimiento de calidez,
convivencia y cohesión que llamamos comunidad.
Nos juntamos en la mejor compañía para explorar
inquietudes, aprender, crear, colaborar y convivir
en persona.
Tiempo de calidad y actividades que requieren
atención plena, apartando las pantallas y
recuperando la conexión social intergeneracional.